Las opiniones antisionistas «merecen respeto», según un tribunal británico, con los bombardeos de Israel de fondo: Los jueces afirman que las opiniones sobre Israel del académico David Miller, injustamente despedido, deben estar protegidas por las leyes contra la discriminación.
Las creencias de que las acciones de Israel equivalen a apartheid, limpieza étnica y genocidio son «dignas de respeto en una sociedad democrática», según ha dictaminado un tribunal laboral en una decisión histórica.
En febrero, el tribunal dictaminó que el profesor David Miller había sido discriminado injustamente al ser despedido por la Universidad de Bristol por acusaciones de haber hecho comentarios antisemitas, en una decisión que, según la Unión de Estudiantes Judíos, sentaba un peligroso precedente.
El tribunal publicó en la primera quincena de octubre de 2024 su sentencia, de 120 páginas, en la que expone por qué las creencias de Miller merecían protección en virtud de las leyes contra la discriminación.
Al dictar sentencia, el juez de lo social Rohan Pirani declaró: «Aunque muchos estarían en desacuerdo de forma vehemente y contundente con el análisis que [Miller] hace de la política y la historia, otros tienen creencias iguales o similares.
«Consideramos que ha demostrado que se cumplen [los criterios] y que su creencia equivalía a una creencia filosófica».
Miller, que dio clases en la universidad sobre sociología política, dijo al tribunal que creía que el sionismo era «intrínsecamente racista, imperialista y colonial».
Añadió que el sionismo estaba «ideológicamente destinado a conducir a las prácticas del apartheid, la limpieza étnica y el genocidio en pos del control y la expansión territorial». Pero dijo al tribunal que su antisionismo no equivalía a una oposición a los judíos.
Expulsan a un profesor de sociología política por ser “anti-sionista”, pero éste ha ganado la batalla de los tribunales: La sentencia del tribunal británico, publicada en octubre de 2024, destacó los conocimientos especializados de Miller sobre el sionismo.
Dos estudiantes judíos se quejaron de una conferencia pronunciada por Miller en 2019, en la que identificó el sionismo como uno de los cinco pilares de la islamofobia. La organización Community Security Trust, que lucha contra el antisemitismo, afirmó que las declaraciones de Miller eran una «calumnia vergonzosa». Una revisión encargada por la universidad concluyó que Miller no tenía que responder porque no había expresado odio hacia los judíos.
En un correo electrónico enviado en febrero de 2021 al periódico estudiantil de la universidad, Miller dijo: «El sionismo es y siempre ha sido una ideología racista, violenta e imperialista basada en la limpieza étnica». En el mensaje también afirmaba que la Sociedad Judía de la universidad era un «grupo de presión israelí».
Una revisión separada determinó que estas declaraciones habían resultado ofensivas para muchos, y en una vista se consideró que eran «erróneas e inapropiadas». A continuación fue despedido por falta grave, según el tribunal. Cuando se rechazó su recurso, llevó a la universidad ante un tribunal, que ganó a principios de 2024.
Sobre las creencias antisionistas de Miller, Pirani dijo: «Llegamos a la conclusión de que han desempeñado un papel importante en su vida durante muchos años. Estamos convencidos de que son auténticas.
«Es y fue un antisionista comprometido y sus opiniones sobre este tema han desempeñado un papel significativo en su vida durante muchos años».
El tribunal consideró que sus creencias cumplían los criterios de ser «dignas de respeto en una sociedad democrática, no ser incompatibles con la dignidad humana y no entrar en conflicto con los derechos fundamentales de los demás». El juez continuó «[La oposición del profesor Miller] al sionismo no es una oposición a la idea de la autodeterminación judía o de la existencia de un Estado preponderantemente judío en el mundo, sino más bien, como él la define, a la realización exclusiva de los derechos judíos a la autodeterminación dentro de una tierra que alberga una población no judía muy considerable».
La Corte Penal Internacional (CPI) dictó órdenes de detención en noviembre de 2024 contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, por presuntos crímenes de guerra relacionados con la guerra de Gaza. La sala dictaminó que había motivos razonables para creer que los altos cargos israelíes tenían responsabilidad penal como coautores del «crimen de guerra de inanición como método de guerra; y de los crímenes de lesa humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos». Es la primera vez que dirigentes de un Estado democrático y alineado con Occidente son acusados por el tribunal.
El fiscal superior del tribunal, Karim Khan, instó a los 124 miembros del organismo a actuar en relación con las órdenes de detención, y pidió a los países que no son miembros de la CPI que colaboraran para «defender el derecho internacional». También dijo, en ese momento, que continuaría su investigación sobre la situación en Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental.
Las reacciones no se hicieron esperar. La oficina de Netanyahu denunció la decisión de la cámara como «antisemita», mientras que Gallant dijo que «sienta un peligroso precedente contra el derecho a la autodefensa y la guerra moral». Dirigentes israelíes de todo el espectro político se unieron para condenar la decisión, incluso de la oposición. El ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir, dijo que Israel debería anexionarse Cisjordania en respuesta a la emisión de la Corte Penal Internacional.
Estados Unidos -que no es miembro de la Corte Penal Internacional- emitió una declaración en la que rechazaba «fundamentalmente» la decisión del tribunal. "Estados Unidos ha dejado claro que la CPI no tiene jurisdicción sobre este asunto. En coordinación con nuestros socios, incluido Israel, estamos debatiendo los próximos pasos», declaró el Consejo de Seguridad Nacional estadounidense." Anteriormente, Estados Unidos había acogido con satisfacción las órdenes de detención de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra contra Vladimir Putin y otros funcionarios rusos por las atrocidades cometidas en Ucrania. El congresista republicano estadounidense Mike Waltz, elegido por el presidente electo Donald Trump como asesor de seguridad nacional de la próxima administración estadounidense, advirtió de que «podéis esperar una respuesta contundente al sesgo antisemita de la CPI y de la ONU en enero», cuando Trump asuma el cargo.
El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, al que le queda poco para abandonar el cargo, dijo que las órdenes de detención son vinculantes para todos los Estados miembros de la UE. Italia tendría que detener a Netanyahu si viniera al país, declaró el ministro de Defensa italiano. Holanda también dijo que está dispuesta a actuar en virtud de las órdenes de detención dictadas. Las posturas de Irlanda y España en este aspecto son ya muy conocidas, a favor de los palestinos. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia dijo que apoya «la actuación del fiscal del tribunal, que actúa con total independencia».
Otros países también señalaron que acatarían la decisión del tribunal. Se espera que el Reino Unido acceda a cualquier petición de la Corte Penal Internacional para detener a Netanyahu si se presenta en Gran Bretaña, aunque el portavoz del gobierno británico negó a confirmarlo directamente, limitándose a decir que «respetaría» la independencia del tribunal. Canadá acatará todas las resoluciones dictadas por los tribunales internacionales, declaró su primer ministro. El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania afirmó que la decisión de la Corte Penal Internacional debe respetarse y aplicarse. Por supuesto, hay pleno apoyo por parte de Sudáfrica, que ya denunció las acciones israelitas como constitutivas de genocidio.
La Corte Penal Internacional, al mismo tiempo, emitió también una orden de detención contra el dirigente militar de Hamás, Mohammed Deif. Israel afirma haber matado a Deif en un ataque aéreo en julio, pero la Sala de Cuestiones Preliminares del tribunal dijo que «seguiría recabando información» para confirmar su muerte.
Las órdenes de detención de la Corte Penal Internacional fueron acogidas, en noviembre de 2024, con gran satisfacción por los grupos de derechos humanos. Human Rights Watch dijo que esperaba que las órdenes de detención «empujen por fin a la comunidad internacional a abordar las atrocidades y garantizar justicia para todas las víctimas en Palestina e Israel». Amnistía Internacional afirmó que Netanyahu es «oficialmente un hombre en busca y captura» y que la decisión de la CPI «representa un avance histórico para la justicia».
Al menos 44.056 palestinos han muerto en ataques israelíes en Gaza desde octubre de 2023, según informó a fines de noviembre de 2024 el Ministerio de Sanidad del territorio. Esta cifra incluye 71 muertes en las últimas 24 horas, según indicó. Más de 104.268 personas han resultado heridas en la Franja de Gaza desde que comenzó la guerra, añadió.
Las opiniones antisionistas «merecen respeto», según un tribunal británico, con los bombardeos de Israel de fondo: Los jueces afirman que las opiniones sobre Israel del académico David Miller, injustamente despedido, deben estar protegidas por las leyes contra la discriminación.
Las creencias de que las acciones de Israel equivalen a apartheid, limpieza étnica y genocidio son «dignas de respeto en una sociedad democrática», según ha dictaminado un tribunal laboral en una decisión histórica.
En febrero, el tribunal dictaminó que el profesor David Miller había sido discriminado injustamente al ser despedido por la Universidad de Bristol por acusaciones de haber hecho comentarios antisemitas, en una decisión que, según la Unión de Estudiantes Judíos, sentaba un peligroso precedente.
El tribunal publicó en la primera quincena de octubre de 2024 su sentencia, de 120 páginas, en la que expone por qué las creencias de Miller merecían protección en virtud de las leyes contra la discriminación.
Al dictar sentencia, el juez de lo social Rohan Pirani declaró: «Aunque muchos estarían en desacuerdo de forma vehemente y contundente con el análisis que [Miller] hace de la política y la historia, otros tienen creencias iguales o similares.
«Consideramos que ha demostrado que se cumplen [los criterios] y que su creencia equivalía a una creencia filosófica».
Miller, que dio clases en la universidad sobre sociología política, dijo al tribunal que creía que el sionismo era «intrínsecamente racista, imperialista y colonial».
Añadió que el sionismo estaba «ideológicamente destinado a conducir a las prácticas del apartheid, la limpieza étnica y el genocidio en pos del control y la expansión territorial». Pero dijo al tribunal que su antisionismo no equivalía a una oposición a los judíos.
Expulsan a un profesor de sociología política por ser “anti-sionista”, pero éste ha ganado la batalla de los tribunales: La sentencia del tribunal británico, publicada en octubre de 2024, destacó los conocimientos especializados de Miller sobre el sionismo.
Dos estudiantes judíos se quejaron de una conferencia pronunciada por Miller en 2019, en la que identificó el sionismo como uno de los cinco pilares de la islamofobia. La organización Community Security Trust, que lucha contra el antisemitismo, afirmó que las declaraciones de Miller eran una «calumnia vergonzosa». Una revisión encargada por la universidad concluyó que Miller no tenía que responder porque no había expresado odio hacia los judíos.
En un correo electrónico enviado en febrero de 2021 al periódico estudiantil de la universidad, Miller dijo: «El sionismo es y siempre ha sido una ideología racista, violenta e imperialista basada en la limpieza étnica». En el mensaje también afirmaba que la Sociedad Judía de la universidad era un «grupo de presión israelí».
Una revisión separada determinó que estas declaraciones habían resultado ofensivas para muchos, y en una vista se consideró que eran «erróneas e inapropiadas». A continuación fue despedido por falta grave, según el tribunal. Cuando se rechazó su recurso, llevó a la universidad ante un tribunal, que ganó a principios de 2024.
Sobre las creencias antisionistas de Miller, Pirani dijo: «Llegamos a la conclusión de que han desempeñado un papel importante en su vida durante muchos años. Estamos convencidos de que son auténticas.
«Es y fue un antisionista comprometido y sus opiniones sobre este tema han desempeñado un papel significativo en su vida durante muchos años».
El tribunal consideró que sus creencias cumplían los criterios de ser «dignas de respeto en una sociedad democrática, no ser incompatibles con la dignidad humana y no entrar en conflicto con los derechos fundamentales de los demás». El juez continuó «[La oposición del profesor Miller] al sionismo no es una oposición a la idea de la autodeterminación judía o de la existencia de un Estado preponderantemente judío en el mundo, sino más bien, como él la define, a la realización exclusiva de los derechos judíos a la autodeterminación dentro de una tierra que alberga una población no judía muy considerable».
La Corte Penal Internacional (CPI) dictó órdenes de detención en noviembre de 2024 contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, por presuntos crímenes de guerra relacionados con la guerra de Gaza. La sala dictaminó que había motivos razonables para creer que los altos cargos israelíes tenían responsabilidad penal como coautores del «crimen de guerra de inanición como método de guerra; y de los crímenes de lesa humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos». Es la primera vez que dirigentes de un Estado democrático y alineado con Occidente son acusados por el tribunal.
El fiscal superior del tribunal, Karim Khan, instó a los 124 miembros del organismo a actuar en relación con las órdenes de detención, y pidió a los países que no son miembros de la CPI que colaboraran para «defender el derecho internacional». También dijo, en ese momento, que continuaría su investigación sobre la situación en Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental.
Las reacciones no se hicieron esperar. La oficina de Netanyahu denunció la decisión de la cámara como «antisemita», mientras que Gallant dijo que «sienta un peligroso precedente contra el derecho a la autodefensa y la guerra moral». Dirigentes israelíes de todo el espectro político se unieron para condenar la decisión, incluso de la oposición. El ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir, dijo que Israel debería anexionarse Cisjordania en respuesta a la emisión de la Corte Penal Internacional.
Estados Unidos -que no es miembro de la Corte Penal Internacional- emitió una declaración en la que rechazaba «fundamentalmente» la decisión del tribunal. "Estados Unidos ha dejado claro que la CPI no tiene jurisdicción sobre este asunto. En coordinación con nuestros socios, incluido Israel, estamos debatiendo los próximos pasos», declaró el Consejo de Seguridad Nacional estadounidense." Anteriormente, Estados Unidos había acogido con satisfacción las órdenes de detención de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra contra Vladimir Putin y otros funcionarios rusos por las atrocidades cometidas en Ucrania. El congresista republicano estadounidense Mike Waltz, elegido por el presidente electo Donald Trump como asesor de seguridad nacional de la próxima administración estadounidense, advirtió de que «podéis esperar una respuesta contundente al sesgo antisemita de la CPI y de la ONU en enero», cuando Trump asuma el cargo.
El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, al que le queda poco para abandonar el cargo, dijo que las órdenes de detención son vinculantes para todos los Estados miembros de la UE. Italia tendría que detener a Netanyahu si viniera al país, declaró el ministro de Defensa italiano. Holanda también dijo que está dispuesta a actuar en virtud de las órdenes de detención dictadas. Las posturas de Irlanda y España en este aspecto son ya muy conocidas, a favor de los palestinos. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia dijo que apoya «la actuación del fiscal del tribunal, que actúa con total independencia».
Otros países también señalaron que acatarían la decisión del tribunal. Se espera que el Reino Unido acceda a cualquier petición de la Corte Penal Internacional para detener a Netanyahu si se presenta en Gran Bretaña, aunque el portavoz del gobierno británico negó a confirmarlo directamente, limitándose a decir que «respetaría» la independencia del tribunal. Canadá acatará todas las resoluciones dictadas por los tribunales internacionales, declaró su primer ministro. El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania afirmó que la decisión de la Corte Penal Internacional debe respetarse y aplicarse. Por supuesto, hay pleno apoyo por parte de Sudáfrica, que ya denunció las acciones israelitas como constitutivas de genocidio.
La Corte Penal Internacional, al mismo tiempo, emitió también una orden de detención contra el dirigente militar de Hamás, Mohammed Deif. Israel afirma haber matado a Deif en un ataque aéreo en julio, pero la Sala de Cuestiones Preliminares del tribunal dijo que «seguiría recabando información» para confirmar su muerte.
Las órdenes de detención de la Corte Penal Internacional fueron acogidas, en noviembre de 2024, con gran satisfacción por los grupos de derechos humanos. Human Rights Watch dijo que esperaba que las órdenes de detención «empujen por fin a la comunidad internacional a abordar las atrocidades y garantizar justicia para todas las víctimas en Palestina e Israel». Amnistía Internacional afirmó que Netanyahu es «oficialmente un hombre en busca y captura» y que la decisión de la CPI «representa un avance histórico para la justicia».
Al menos 44.056 palestinos han muerto en ataques israelíes en Gaza desde octubre de 2023, según informó a fines de noviembre de 2024 el Ministerio de Sanidad del territorio. Esta cifra incluye 71 muertes en las últimas 24 horas, según indicó. Más de 104.268 personas han resultado heridas en la Franja de Gaza desde que comenzó la guerra, añadió.
Salvador, siento responder tan tarde, pero Substack no me notifica los comentarios.
Y de acuerdo con tu análisis.